En Aislamientos Eduardo Castillo contamos con un equipo de profesionales altamente cualificados y con una amplia trayectoria dentro del sector con el firme propósito de garantizar la máxima calidad en todos nuestros trabajos y lograr así la plena satisfacción de nuestros clientes
En nuestra empresa ofrecemos diversos servicios:
Para nosotros es muy importante que el cliente quede plenamente satisfecho con su instalación: acústicos, ignífugos o térmicos. El objetivo es ofrecer el máximo confort para que se sienta especialmente bien en su vivienda a precios altamente competitivos y con una excelente relación con su durabilidad eficacia y, en definitiva, su calidad general.
Así pues, si desea adquirir nuestros servicios puede hacerlo a través de nuestro correo electrónico o teléfono de contacto sin ningún tipo de compromiso. En Aislamientos Zaragoza, nuestro equipo estará encantado de solucionarle todas las dudas y ofrecerle asesoramiento en función de sus necesidades.
Desde Aislamientos Zaragoza te informamos breve y resumidamente de los aspectos de cada aislamiento.
En cuestión de problemas de ruido, podemos tener en cuenta dos conceptos clave. Por un lado, la unidad de medida del «ruido» es el decibelio (dB). Es una unidad relativa, logarítmica y adimensional. Al ser el dB una unidad relativa, el valor 0 dB es el umbral de audición humano. Podemos diferenciar distintos niveles de ruido:
10 dB respiración tranquila
20 dB ambiente de biblioteca
40 dB conversación normal
70 dB aspiradora
90 dB tráfico
100 dB martillo eléctrico
130 dB avión despegando
140 dB umbral del dolor
Para aislar térmicamente una vivienda se necesitan materiales porosos, de esta manera disminuimos la transmisión de ruido. Es importante diferenciar entre aislar y absorber. Cuando hablemos de aislar necesitaremos materiales muy densos, mientras que para absorber el ruido simplemente necesitamos materiales porosos.
También tenemos otro problema, el ruido puede ser aéreo o de impacto. Si lo que necesitamos es aislarnos de impactos deberemos buscar un material anti-vibraciones y «desconectar» los elementos transmisores. No es sencillo, por eso se requiere de profesionales para llevarlo a cabo con un resultado óptimo.
Los tipos de aislamiento acústico más habituales son los siguientes:
– Materiales masivos / multicapa
– Lana de roca o fibra de vidrio
– Corcho
– Espuma de poliuretano
Los materiales masivos/multicapa tienen como su mejor material al plomo, con más de 11.000 kg por m3. Los aislamientos acústicos se pueden usar en planchas o en un combinado en láminas multicapa, donde tenemos una lámina envuelta por otras dos de un material absorbente, como el poliuretano expandido de diferentes grosores. En el mercado existen láminas de material bituminoso que está combinado con fibras textiles.
La lana de roca y la fibra de vidrio son, ambos, muy utilizados, en especial hoy en día la lana de roca. Las lanas minerales son un excelente material ignífugo, pero es importante protegerse, durante su colocación, los ojos, la piel, la nariz y la boca. La lana de roca es un excelente material aislante acústico gracias a su disposición multidireccional de fibras. Además tiene una capacidad de material incombustible, gracias a esto no emite gases tóxicos en caso de incendio.
El corcho tiene la ventaja de que es un material muy ligero y está compuesto por celdas muy pequeñas que absorben los ruidos. El corcho puede encontrarse en planchas o en rollos así que, dependiendo de dónde lo vayamos a colocar, será más útil una manera de presentarlo o la otra. Además, otra de sus cualidades, es que se puede dejar a la vista o taparse, existen paneles que tienen en el centro corcho, debido a esto se pueden colocar en el techo gracias a su bajo peso.
La espuma de poliuretano proyectado es un material con características de aislamiento acústico y térmico. Como contra, es que aunque se usa mucho en construcción, es también un material inflamable. Su uso es muy diverso, ya que se puede emplear en paredes, en techos, en suelos y, además, como relleno de cámara. En reformas es muy útil precisamente por esto, ya que permite rellenar las cámaras existentes en las fachadas.
Un buen aislamiento térmico en los edificios debe ser lo primero si se quiere mejorar la eficiencia energética, hay que aislar los elementos que forman parte de la propia edificación, como de sus instalaciones.
Un aislante térmico es un material que se emplea en una construcción cuya principal función es la de transmitir el calor a través de la estructura en la que está instalada.
Siempre que se quiera mejorar la parte exterior de un edificio de nueva construcción y de sus instalaciones, la elección siempre estará en escoger un material aislante que cumpla las necesidades para conseguir los objetivos de eficiencia energética, gracias a esta elección reduciremos el consumo energético sin renunciar al confort de los usuarios del inmueble. Esta elección de un material aislante es necesario para obtener la máxima calificación en materia energética.
Dentro de los aislantes térmicos existen distintas clasificaciones, estas son en función del material aislante o en la forma en que se presenta. Los podemos diferenciar en:
Son materiales que están compuestos por materiales sintéticos como el plástico y los polímeros procedentes del petróleo, entre otros. Son muy efectivos térmicamente. Los más comunes son:
Es el material más utilizado. Este producto aislante se compone por un entrelazado de filamentos de origen pétreo, formando un fieltro manteniendo entre ellos aire cuando está inmóvil. Son muy versátiles y eficaces, ya que proporcionan un aislamiento térmico y acústico y tienen una gran protección contra el fuego. Dentro de los tipos de lanas minerales, existen de dos tipos:
– Lana de roca o lana mineral: Esta lana se fabrica a partir de roca volcánica y se suele fabricar en forma de manta, panel no rígido o rollo. Se emplea en fachadas, forjados, suelos y, gracias a su peso ligero en cubiertas, falsos techos y buhardillas.
– Lana de vidrio: Esta lana se fabrica fundiendo arena a muy altas temperaturas. Su estructura la componen fibras de vidrio unidas mediante un aglomerante o una resina. Es considerado mejor aislante acústico que la lana mineral y resiste mucho mejor la humedad. Consigue una mayor eficiencia con un espesor similar gracias al ser más liviana que otros aislantes y tener menor conductividad térmica.
El uso de este tipo de aislantes está cada vez más extendido, ya que no contienen sustancias químicas ni aditivos y, por lo tanto, son más respetuosos con el medio ambiente. Además cuentan con la capacidad de ser reciclables y biodegradables. Los aislantes naturales más comunes son:
Dependiendo de en qué formato están los aislantes térmicos, esto determinará su uso y la forma de aplicación. Como resumen podemos decir que podemos encontrar:
– Placas o paneles
– Rollos, mantas y paneles no rígidos
– Espuma
– Partículas, bolitas, fibras
El aislamiento ignífugo o ignifugación consiste en tratar un material en concreto para mejorar su comportamiento frente al fuego. Consiguiendo, de esta manera, que disminuya la inflamabilidad de dicho material y, a la vez, reducir la velocidad de propagación de las llamas en caso de que lo alcance el fuego.
No obstante, el aislamiento ignífugo lo que hace es mejorar la reacción del material en concreto al fuego, pero no por ello deja de ser combustible y convertirse en incombustible. Existen tres formas de ignifugación o aislamiento ignífugo:
Algunos de los materiales que utilizamos para proteger cualquier tipo de espacio de un incendio son: falsos techos ignífugos, collarines intumescentes, juntas cortafuego, masillas ignífugas, morteros aislantes, tejidos ignífugos, morteros refractarios, las pinturas con propiedades ignífugas, recubrir estructuras metálicas con protección contra el fuego, impregnar de protector de fuego textiles o vermiculitas, entre otros.
Es muy importante recordar que, con el paso del tiempo, el aislamiento ignífugo pierde su eficacia, debido al uso, la limpieza, efectos climáticos y el medio ambiente, por ejemplo. Por eso, no se debe dejar olvidado que hay que repetir los tratamientos ignífugos para mantener sus efectos y asegurar su función.
Si necesita más información, no dude en ponerse en contacto